25 Mayo 20:00 h. Concentración en Plaza España
Del 16 al 27 de mayo la guerra
visita tierras aragonesas. En esta ocasión se trata de diversas
unidades de caza-bombarderos y helicópteros de países miembros de
la OTAN celebrando la fiesta anual de un exclusivo club en la Base de
Zaragoza. Para ser miembro de ese club el único requisito es tener
un tigre en el escudo de la unidad y que te acepten. Suena a broma
pero no lo es.
Para los que no conozcan a qué
se dedican estos gatos del aire: una vez al año se juntan en una
base durante dos semanas y realizan entrenamientos conjuntos de todo
tipo: misiones de combate, vuelo nocturno o repostaje en vuelo, y
también hacen fiestas, intercambios gastronómicos. Se disfrazan de
tigres (esto tampoco es broma) para fomentar la “camaradería” y
el compromiso con los “valores” de la OTAN.
Pero como todo esto va de “buen
rollo”, también celebran un fin de semana de puertas abiertas para
que la ciudadanía contemple cómo aprenden a matar desde el aire.
Excentricidades aparte, el precio de todo esto, el que pagamos todos
y todas, tampoco tiene gracia. Especialmente cuando esos criminales a
los que llamamos gobiernos, argumentando falta de presupuesto, han
ayudado a morir a cientos o miles de refugiados que intentaban llegar
al paraíso europeo de los derechos humanos.
El club de los pilotos se llama
“los Tigres de la OTAN” y lleva más de 50 años celebrando este
encuentro al que llaman Tiger
Meet (“la quedada de
los Tigres”). De fiesta en fiesta han ido atesorando una
considerable experiencia en bombardeos quirúrgicos, de esos que
revientan escuelas y hospitales en países que nunca nos han atacado
ni tienen la menor posibilidad de defenderse.
La fiesta del año pasado se
celebró en Turquía, ese país que es tan democráticamente
responsable, cuya Fuerza Aérea (la de los tigres) estuvo a punto de
provocar una guerra internacional de dimensiones catastróficas hace
unos meses, al derribar un avión ruso sobre Siria. Quién sabe,
quizás este año esos “figuras” también vengan a la barbacoa de
la Base.
Por todos estos sinsentidos y por
la barbarie que representan, nos oponemos a la presencia de la OTAN
en Zaragoza, a que nuestros territorios le sirvan de campo de
prácticas para los crímenes que comete por el mundo y a la
normalización de la militarización de nuestras sociedades. Nos
negamos, en definitiva, a ser cómplices de unas guerras que, por
mucho que digan, nunca han sido ni serán para defendernos de nada.
Sus guerras son guerras de dominio imperialista y pretenden
someternos, tanto a nosotros como a nuestros iguales en todo el
mundo.
No a la OTAN.
Plataforma Anti-OTAN de Zaragoza
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